domingo, 2 de septiembre de 2007

34º Aniversario del fallecimiento de John Ronald Reuel Tolkien

Otro día en el campo de batalla...
Aquí está,
y ya se va:
no sin pena,
no sin pesar...

Lugubre y engorroso se siente el aire hoy,
las nubes pesadas cubren el cielo,
los vapores venenosos se hacen sentir,
y la desesperanza hace mella en la mente cansada.

Las veo extenderse ante mi,
hordas infinitas de figuras encorvadas
cargan contra nosotros mirando al suelo
sin ver a donde son llevadas por aquellos
que sin ver muy lejos los envían a la muerte.

Pero hoy es un día extraño,
aunque la sangre siga siendo derramada
aunque el llanto no se termine
alguien,
en algún un lugar:
sonríe...

Hoy es un día especial,
hace treinta y cuatro años
que nuestro capitán fue llamado
a cubrir su puesto
en otro reino lejano.

Siento miedo,
estoy cansado
los veo, los veo,
miles de ellos,
sombríos, alguno intenta alzar la vista al cielo
que intenta dejar pasar un rayo de luz
para iluminar sus rostros.
pero raudo un látigo chasquea
y rápida la cabeza se agacha,
y cargan.
una y otra vez.

Tengo miedo,
no hay esperanza...

Y rememoro,
aquella foto del capitán
su figura erguida de espaldas,
el traje de fina costura,
su cabello de nieve,
la mirada perdida en el horizonte lejano,
la ronrisa en su rostro,
el bastón y el sombrero,
la ola golpea con fuerza la roca.
y *schaz!
suena el flash de la cámara,
y el momento queda en la cinta fotosensible,
y, traducido luego en una eternidad de pixeles
llega a mis ojos.

Un redoblante lejano suena con fuerza
Y entonces el sol,
se cansa de esperar
y golpea el suelo con fuerza
los vapores asustados huyen
y descubren al cielo celeste.

¡Sorpresa!
¡Esperanza!
Los veo aparecer uno a uno desde la cima de la colina.
Veo flamear los estandartes al viento,
¡cientos de ellos!
Las caras infundidas por el valor
que les dejó el capitán hace tiempo
en forma de tinta y papel.
Suenan ahora los cuernos de batalla
su clamor dormido se alza hacia el cielo
al unísono, todos y cada uno de ellos,
dejando libre la luz que duerme en su interior
se abalanzan contra las hordas de sombra,
que empuñan contra ellos la apatía y el desinterés,
la ignorancia y la desidia.

Veo a mis amigos correr,
me sorprendo,
pues no empuñan arma alguna.
sólo corren,
y sonríen,
cargan contra el acero y el hueso
y a pesar de que su sangre es derramada,
ni aún caídos dejan de sonreir.
lo entiendo,
y suelto mi hacha.
Luz y sombra se funden,
y a pesar de que ellos se resisten,
mis amigos se limitan a una cosa,
les quitan los cascos, que cubren su vista.
y los hacen ver el sol,
el cielo celeste
y los campos verdes.
y borran la tristeza de sus rostros
y algunas lágrimas ruedan.

Los látigos chasquean
pero las cabezas ya no están gachas
y los despertados ahora se vuelven contra la mano
que los golpeaba y no les dejaba ver la luz de la idea.

se alza un clamor de victoria,
pero no hay victoria,
la batalla no termina
hay millones que despertar
el trabajo es arduo.
pero más allá de nuestros amigos
estamos solos en ésto...

Me contaron que el capitán
fue llamado a un lugar
creado por él mismo,
con esfuerzo y pasión
tiempo y dedicación.
la mente fría,
y el corazón en llamas.

cada árbol, cada piedra
cada ser, cada nube.
descripta con infinita certeza.

Pero todo estaba quieto,
dormido...
hasta aquél día,
en el que recibió la noticia
y la chispa fue encendida.

entonces, en ese lugar lejano,
en una casa pequeña y humilde,
en un pueblo tranquilo
olvidado por la grandeza del mundo
comenzó una reunión,
el cálido fuego comenzó a crepitar,
un gran caldero de hierro y agua
fue puesto a hervir
el cuchillo cortando raudo
verduras, carne y condimento.

Era un día especial
el capitán iba a visitarlos.
El invierno era duro
así que el cocinero,
pequeño y rollizo decidió: sopa.
Una figura alta vestida de blanco
dice de espaldas al cocinero:
-"¿no son esos tus mejores tomates?"
-"Así es, y son los últimos" - respondió,
su mano no dudaba sobre la tabla de cortar.
-"¿Estás seguro Samwise Gamgee? ten en cuenta que no habrá más hasta la próxima cosecha"
- "todo sea por el profesor, mi estimado amigo Gandalf..."


+++

A la memoria de J. R. R. Tolkien - 03/01/1892- 02/09/1973

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